¿CUÁNTOS
TIPOS EXISTEN?
Hoy día se
conocen más de 200 enfermedades reumáticas que, simplificándolas bastante,
podríamos clasificar en:
- Artritis inflamatorias.
- Artrosis, enfermedad degenerativa articular u osteoartritis.
- Reumatismos de partes blandas o trastornos que afectan a las partes blandas en distintas regiones.
- Enfermedades óseas.
- Enfermedades del tejido conectivo.
¿CUÁLES SON
SUS CAUSAS?
Las
enfermedades reumáticas obedecen a distintas causas:
- Degenerativas, la más frecuente la artrosis.
- Metabólicas, como el caso de la gota.
- Inflamatorias, producidas por la inflamación de las articulaciones sin que haya una causa conocida clara, como es el caso de la artritis reumatoide, y que es el prototipo de enfermedad reumática inflamatoria.
- Inmunológicas, cada vez es más conocida la asociación entre alteraciones inmunológicas y enfermedades reumáticas.
- Genéticas como el caso del síndrome de hiperlaxitud articular.
- Infecciosas, el ejemplo más claro es el de la fiebre reumática.
¿CUÁLES SON SUS SÍNTOMAS?
Aunque los síntomas varían dependiendo de la
patología, y cada persona puede experimentarlos de forma diferente,
generalmente, entre los síntomas de las enfermedades reumáticas, se incluyen
los siguientes:
- Dolor que es uno de los síntomas más frecuentes y, a menudo, es crónico.
- Hinchazón, enrojecimiento y calor en una o varias articulaciones, sobre todo en la artritis.
- Rigidez matutina de una o varias articulaciones.
- Fatiga, cansancio, sensación de debilidad y falta de vitalidad generalizada, tanto física como intelectual.
- Alteraciones del sueño y descanso nocturno poco reparador (levantarse por la mañana peor de lo que se estaba al acostarse).
- Malestar general.
- Fiebre.
- Contracturas musculares.
- Hormigueo y sensación de quemazón alrededor de la articulación.
- Pérdida de función de una o varias articulaciones.
- Limitación de la movilidad.
No hay que
olvidar que algunas enfermedades reumáticas pueden causar síntomas en otros
órganos y sistemas como la piel (color azulado, manchas, heridas…), los riñones
(sangre en la orina…), los ojos (disminución de la visión, dolor,...), los
pulmones o el corazón (dolor en el pecho, sensación de falta de aire…).
Por otro lado, los síntomas de las enfermedades reumáticas pueden parecerse a
los de otras enfermedades. Consulte siempre a un médico para su diagnóstico.
¿CÓMO SE
DIAGNOSTICAN?
El
diagnóstico de las enfermedades reumáticas suele resultar difícil, incluso para
los especialistas, ya que muchos de los signos y síntomas son similares entre
las distintas enfermedades. Para realizar un diagnóstico preciso, el médico se
basa en:
• La historia clínica.
• El examen o exploración física.
• Pruebas de laboratorio, rayos X y en otras
exploraciones.
No obstante, uno de los graves problemas
asociados a las enfermedades reumáticas es su diagnóstico tardío, en algunas
ocasiones la propia persona afectada no le da importancia a sus síntomas y en
otras, es el médico quien no se la da, y así, en algunas patologías, incluso
pueden pasar varios años hasta que la persona afectada recibe el diagnóstico
correcto, lo cual puede tener graves consecuencias no sólo físicas sino también
psíquicas. De ahí, la importancia de acudir al médico ante los primeros
síntomas y de que este médico sea capaz de derivar, en caso necesario, a la persona
afectada al reumatólogo que es el especialista de las enfermedades
reumáticas.
¿A QUIÉNES AFECTAN?
Las
enfermedades reumáticas pueden afectar a cualquier persona sin distinción de
género, raza, grupo étnico, ni de edad, y aunque en general se piensa, que las
enfermedades reumáticas afectan solamente a personas mayores, la realidad es
que son muchos los niños y personas jóvenes afectados por alguna de
ellas.
Por otro lado, algunas enfermedades reumáticas son más frecuentes en
determinadas poblaciones, así:
- La artrosis u osteoartritis es más común en las personas mayores.
- El 70% de las personas que padecen artritis reumatoide son mujeres.
- La gota y la espondilitis anquilosante son más frecuente en los hombres.
- La esclerodermia es más común en las mujeres.
- La frecuencia del lupus es de 8 a 10 veces mayor entre las mujeres que entre los hombres.
- La artritis reumatoide juvenil aparece entre los 6 meses y los 16 años.
¿SON GRAVES
LAS ENFERMEDADES REUMÁTICAS?
Antiguamente
los médicos pensaban que las enfermedades reumáticas eran “banales”, es decir,
que no tenían importancia y que las personas afectadas ya se “acostumbraban a
vivir así”, en definitiva, se subestimaba su importancia.
Actualmente, debido a la investigación y a la participación cada vez más activa
de las personas afectadas en sus cuidados de salud, este concepto ha cambiado.
Hoy día se sabe que las enfermedades reumáticas pueden ser muy graves:
- En muchos casos comprometen la esperanza de vida, y la investigación ha demostrado que, por ej. Las personas con artritis reumatoide, tienen reducida su esperanza de vida una media de 10 años, con respecto a la población general.
- El dolor crónico y la discapacidad que causan constituyen un grave problema de salud pública.
- Son las enfermedades que producen peor calidad de vida a las personas afectadas muy por encima de enfermedades como el cáncer o las enfermedades cardiovasculares.
- No es tan fácil “acostumbrarse a vivir así” y las personas afectadas necesitan recursos para “adaptarse a convivir con ellas” y sobre todo, para “vivir a pesar de ellas”.
- El 14% del total de las bajas laborales de nuestro país se deben a enfermedades reumáticas, siendo las patologías que ocupan el primer lugar en número de días de trabajo perdidos.
Así pues, debido a que las consecuencias de
padecer una enfermedad reumática son impactantes, pues incluyen daño físico,
psíquico y discapacidad, lo cual genera costos personales, sociales y
económicos muy elevados, así como reducción de la esperanza y calidad de vida
de las personas afectadas y de sus familiares, podemos concluir que, en
general, las enfermedades reumáticas son graves.
¿SE PUEDEN
CURAR?
Existen algunas enfermedades reumáticas que
con un tratamiento adecuado se pueden curar y, en la mayoría de ellas, los
tratamientos disponibles actualmente permiten mejorar considerablemente la
situación de las personas afectadas. En los últimos años, se han producido, en
el campo terapéutico, avances importantes que proporcionan un mayor control de
los síntomas y una mayor calidad de vida a las personas afectadas.
¿SE PUEDEN
PREVENIR LAS ENFERMEDADES REUMÁTICAS?
En general, la mayoría de las enfermedades
reumáticas, hoy por hoy, no se pueden prevenir pero sí se pueden evitar muchos
de los problemas asociados. Proteger las articulaciones de los esfuerzos
excesivos es importante, así como evitar los movimientos repetitivos y
controlar el peso corporal. Además, practicar hábitos de vida saludable (dieta
mediterránea y ejercicio físico moderado) tiene un beneficio significativo en
todas las enfermedades reumáticas.
Por otro lado, en las enfermedades reumáticas, el diagnóstico precoz puede
evitar un empeoramiento de los síntomas, incluso puede conducir a su remisión (disminución
o desaparición de los síntomas). Para ello, es imprescindible la información
adecuada de todas las partes implicadas tanto profesionales como afectados. En
general, sólo se le dice al afectado que “tiene una enfermedad crónica para la
que actualmente no existe tratamiento” y/o que “se acostumbre a vivir así”;
esto se produce debido a que, en muchas ocasiones, ni siquiera los
especialistas médicos están informados sobre los tratamientos existentes, ni
sobre las enfermedades reumáticas.
¿A QUÉ MÉDICO DEBO ACUDIR?
Los
especialistas más adecuados para diagnosticar y tratar una enfermedad reumática
son los reumatólogos que son especialistas en medicina interna que además,
reciben una formación adicional en la especialidad de reumatología.
En el tratamiento, además de los reumatólogos, deben participar al mismo tiempo
varios profesionales de distintas especialidades: médicos de atención primaria,
cirujanos ortopédicos, enfermeras, fisioterapeutas y terapeutas
ocupacionales.
Este enfoque de equipo multidisciplinario es
muy importante para el control de los síntomas de una enfermedad reumática,
sobre todo porque muchos de estos síntomas son crónicos, y su gravedad puede
variar con el tiempo.